La resistencia a los antibióticos, o RAM, es un problema enorme, y no hace más que empeorar. La búsqueda de nuevos antibióticos no ha tenido mucho éxito, y las bacterias siguen propagándose.
Las personas infectadas con bacterias y virus envían estos bichos a los sistemas de aguas residuales con cada descarga de su inodoro. Por eso, en los últimos años, muchos países han empezado a buscar en las aguas residuales el virus que causa el coronavirus.
Estos estudios han ayudado a calcular cuántas personas tienen coronavirus en una zona y qué variantes podrían estar propagándose en las comunidades. El mismo planteamiento podría ayudarnos a comprender -y potencialmente limitar- el impacto de la RAM.