La relación entre el ejercicio físico y la calidad del sueño es bien conocida. Se sabe que la actividad física regular puede mejorar el sueño y reducir la probabilidad de trastornos del sueño. Sin embargo, también hay otro factor importante que puede influir en la calidad del sueño: la exposición a la luz solar.

La luz solar es un elemento clave para regular nuestro ritmo circadiano, el reloj interno del cuerpo que controla nuestro ciclo de sueño y vigilia. La exposición a la luz solar durante el día puede ayudar a regular el ritmo circadiano, lo que a su vez puede mejorar la calidad del sueño. Además, la exposición a la luz solar también puede mejorar el estado de ánimo y reducir el estrés, lo que puede contribuir a un mejor sueño.

Por lo tanto, combinar el ejercicio físico con la exposición a la luz solar puede ser una excelente estrategia para mejorar la calidad del sueño. Una caminata diaria al aire libre o una sesión de entrenamiento al aire libre son excelentes formas de combinar el ejercicio y la exposición a la luz solar. Además, hacer ejercicio al aire libre en la mañana puede ser especialmente beneficioso para regular el ritmo circadiano y mejorar la calidad del sueño nocturno.