En 1963, dos chicos de Estados Unidos tuvieron una idea para un proyecto escolar de ciencias, pero su experimento tendría consecuencias que durarían décadas.
Randy Gardner, de 17 años, y su compañero Bruce McAllister necesitaban una idea para un proyecto de la feria de ciencias y, tras ponerse de acuerdo, decidieron que querían batir el récord mundial de permanecer más tiempo despierto.
“Éramos idiotas, ya sabes, jóvenes idiotas”, declaró McAllister a la BBC.
“La primera versión era para explorar el efecto de la falta de sueño en la capacidad paranormal. Nos dimos cuenta de que no había manera de que pudiéramos hacer eso, así que nos decidimos por el efecto de la falta de sueño en las capacidades cognitivas, el rendimiento en la cancha de baloncesto. Lo que se nos ocurriera”.
En total, el adolescente consiguió mantenerse despierto durante 11 días (264 horas), batiendo el récord de la época y poniendo fin al experimento científico.
Tras ser trasladado al hospital naval, el joven de 17 años durmió 14 horas.