En la sociedad actual, existe una creencia arraigada de que la felicidad está directamente vinculada a tener una pareja romántica. Sin embargo, esta concepción es limitada y no refleja la realidad de muchas personas. La verdad es que no necesitas de una pareja para ser feliz, y aquí te presento la razón.
La felicidad radica en uno mismo, en encontrar esa plenitud interior que nos permite disfrutar de la vida independientemente de nuestra situación sentimental. No debemos depender de alguien más para encontrar la alegría y el contento en nuestro día a día. La felicidad es un estado personal que se construye a partir de nuestras propias experiencias, metas y valores.
Además, estar soltero o soltera tiene muchas ventajas. Te brinda la oportunidad de conocer y explorar tus propios intereses, de enfocarte en tu crecimiento personal y profesional, y de establecer una relación sólida contigo mismo/a. Puedes dedicar tiempo a tus pasiones, viajar, aprender cosas nuevas y disfrutar de la libertad de tomar decisiones sin tener que tomar en cuenta a otra persona.
Por supuesto, las relaciones románticas pueden ser maravillosas y enriquecedoras, pero no son la única fuente de felicidad. La felicidad es un estado que viene desde adentro y depende de cómo nos relacionamos con nosotros mismos y con el mundo que nos rodea. Siempre es importante recordar que podemos encontrar la felicidad en diferentes aspectos de nuestra vida, como la amistad, el trabajo, los hobbies y el crecimiento personal.