En las últimas tres décadas, se han presentado numerosas demandas contra productores de cine por diversas razones. Cineastas y estudios se han visto involucrados en batallas legales con otros artistas y profesionales del medio en una variedad de temas.
La película de stripper de Jennifer Lopez, “Hustlers”, recaudó más de $157 millones en todo el mundo, pero la película fue acusada de plagio. Samantha Barbash, la inspiración detrás del personaje principal de la película en la vida real, exigió $20 millones en daños compensatorios y $20 millones en daños punitivos, alegando que su reputación y semejanza habían sido explotadas.
La película “Hustlers”, basada en una historia real, recibió en su mayoría excelentes críticas por la interpretación de Jennifer Lopez como stripper en ella. Por su actuación, Lopez fue nominada a un Globo de Oro.
Samantha Barbash acusó a J-Lo y a su compañía de producción Nuyorican Productions de difamarla y luego afirmó que le pagaron menos de lo acordado por su participación.
En la demanda, Barbash alegó que la película difama su imagen al retratar al personaje de Lopez como “consumiendo y fabricando sustancias ilegales en su hogar, donde vivía con su hijo”.