Últimamente, cada vez más marcas han intentado utilizar nuestros oídos para fidelizarnos y ganar cuota de mercado. Netflix tiene “ta-dum”. Liberty Mutual tiene “Liberty, Liberty, Liiiberty”. Otras aseguradoras tienen un montón de logotipos sonoros.

Pero por cada Netflix hay una letanía de sonidos que nadie reconoce. Los logotipos sonoros pueden aumentar la notoriedad e impulsar las ventas, pero las empresas que esperan una identidad sonora audaz a menudo crean un sonido que cae en saco roto.

Según Courtier-Dutton, una parte relativamente pequeña de las grandes empresas, en torno al 10%, tiene logotipos sonoros. Sin embargo, Courtier-Dutton calcula que su número ha aumentado entre 3 y 4 veces en la última década.

Los expertos afirman que los logotipos sónicos pueden aprovechar el poder de la música para evocar recuerdos y emociones e imbuir de personalidad a una marca, lo que conduce a un mayor compromiso y reconocimiento entre la marca y los clientes. Las empresas creen que estas relaciones se traducen en mayores ventas.