Mike Pence, exvicepresidente de EE. UU., inicialmente luchó contra el Departamento de Justicia para evitar testificar contra su antiguo jefe, Donald Trump. Sin embargo, ha emergido como un jugador central en la acusación federal contra Trump por sus esfuerzos para revertir el resultado electoral de 2020. La acusación incluye anotaciones de Pence sobre sus conversaciones con Trump antes del ataque al Capitolio en enero.
Pence, quien aspira a la nominación presidencial republicana de 2024, ha defendido su decisión de desafiar a Trump pero ha cuestionado las motivaciones del Departamento de Justicia para investigarlo. A pesar de esto, reiteró su creencia de que Trump no está apto para ser presidente nuevamente.
La campaña presidencial de Pence ha enfrentado obstáculos debido a las críticas tanto de los leales seguidores de Trump como de los críticos. Su papel en los eventos del 6 de enero lo ha puesto en el centro de la controversia.