Tu hogar es tu refugio, pero incluso el lugar más acogedor puede ser un escenario para accidentes. La prevención es clave para mantener a salvo a tu familia. En primer lugar, mantén los pisos despejados. Evita cables sueltos y objetos en pasillos. Coloca alfombras antideslizantes en áreas propensas al agua, como baños y cocinas.
Mantén los productos químicos fuera del alcance de los niños y guárdalos en armarios cerrados. Instala protectores en los enchufes eléctricos si tienes niños pequeños en casa. Asegura muebles y estanterías a la pared para prevenir caídas.
En la cocina, usa las asas de las sartenes hacia adentro y nunca dejes la estufa desatendida. En el baño, instala barras de apoyo cerca de la ducha y el inodoro.