La producción de crudo estadounidense se duplicó con creces entre 2011 y 2022. Estados Unidos ha sido el mayor productor mundial de crudo desde 2018. La producción alcanzó su máximo en 2019 con una producción media de 12.3 millones de barriles diarios.
Desde 2015, el petróleo extraído mediante fracturación hidráulica (a menudo denominada fracking) ha representado más de la mitad de la producción de crudo estadounidense. En 2022, dos tercios de todo el petróleo estadounidense procedían de la fracturación hidráulica, frente a menos del 7% hace dos décadas. La producción de petróleo de Alaska ha disminuido en los últimos 40 años, pero la producción ha crecido en Texas, Nuevo México y Dakota del Norte, en parte debido a la adopción del fracking.
EE.UU. consumió una media de 20.3 millones de barriles diarios de petróleo en 2022, o unos 7,400 millones de barriles al año. La mayor parte del petróleo crudo de producción nacional o importado se refina en gasolina, diésel, gasóleo de calefacción y combustible para aviones.