La Constitución de Estados Unidos establece requisitos básicos para aspirar a la presidencia: tener 35 años, ser ciudadano por nacimiento y residir 14 años en el país. La Enmienda 14, surgida tras la Guerra Civil, agrega un aspecto clave: si alguien ocupó un cargo público y luego se involucró en “insurrección o rebelión”, requiere dos tercios del Congreso para regresar al poder.

Donald Trump cumple estos requisitos, pero su papel en los eventos del 6 de enero plantea cuestiones. Abogados como Lawrence Caplan argumentan que su participación en insurrección lo descalifica. Un artículo de William Baude y Michael Stokes Paulsen también respalda esta idea.

Sin embargo, hay debates legales. Algunos creen que la sección 3 de la Enmienda 14 podría bloquear el regreso de Trump, pero otros dudan. La clave radica en la definición de “insurrección” y “rebelión”, que no se mencionan en las acusaciones actuales contra él.

Si un recurso prospera, podría llegar a la Corte Suprema. Sin embargo, esto podría establecer un precedente peligroso y politizar futuras elecciones. Resolver este dilema antes de las elecciones futuras es crucial para evitar una crisis constitucional.