La superficie de la Luna se ha convertido en un depósito de alrededor de 200 toneladas de desechos hechos por humanos, incluyendo viejas botas, toallas y bolsas de desechos.

Según informes de la NASA, los astronautas han dejado atrás botas, toallas, mochilas, toallitas húmedas, revistas, cámaras, mantas y palas, junto con 96 bolsas debido a la ausencia de botes de basura. Esta colección de desechos también incluye 70 naves espaciales estrelladas de varias misiones internacionales.

Los científicos estiman que esta basura podría tardar hasta 100 millones de años en descomponerse de manera natural, dejando una duradera huella humana en la superficie lunar. A medida que exploramos el espacio, es importante recordar la responsabilidad de preservar los entornos celestiales tanto como lo hacemos en la Tierra.