Agentes de la Patrulla Fronteriza se enfrentan a una crisis humanitaria en la frontera de Estados Unidos y México. En pleno verano, jóvenes senegaleses y migrantes de todo el mundo cruzan el abrasador desierto de Arizona para buscar asilo. Las temperaturas ascienden a 118 grados Fahrenheit mientras contrabandistas llevan a cabo esta peligrosa travesía.

En julio, el Sector Tucson de la Patrulla Fronteriza reportó 39,215 arrestos, un aumento del 60% respecto a junio. Los contrabandistas están promocionando esta ruta como más fácil y prometiendo liberación en Estados Unidos.

El gobierno de Biden señala que los cruces ilegales disminuyeron un 27% desde julio de 2022 debido a su enfoque. Sin embargo, la mayoría de los inmigrantes buscan asilo, que está lejos de ser garantizado debido a las restricciones recientes.

La crisis también desafía a grupos humanitarios, como Samaritanos Sin Fronteras, que brindan ayuda vital a los migrantes en apuros, incluyendo a aquellos más vulnerables al calor.