Los guatemaltecos se enfrentan a una transición de gobierno incierta a pesar de la certificación esta semana de la victoria electoral del presidente electo Bernardo Arévalo.
El Congreso de Guatemala declaró ayer a los legisladores del partido de Arévalo, el progresista Movimiento Semilla, como independientes políticos después de que el lunes el registro electoral del país suspendiera la inscripción del partido, el mismo día en que se certificó la victoria de Arévalo.
La suspensión de Semilla se produjo en respuesta a las afirmaciones no probadas de que falsificó las firmas necesarias para registrarse como partido, algo que Semilla niega. El partido ha presentado un recurso, alegando que la suspensión carece de fundamento.
Los observadores internacionales han denunciado lo que califican de “acciones legales y de procedimiento arbitrarias”.
La semana pasada, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos solicitó medidas cautelares de seguridad para Arévalo y la vicepresidenta electa Karin Herrera, alegando que se enfrentan a un “riesgo grave y urgente” y que han recibido al menos dos amenazas de muerte concretas.