Marruecos enfrentó una tragedia sin precedentes este domingo, pues se han registrado más de 2,100 muertos causados por el peor terremoto en más de un siglo. A medida que el país se recupera del impacto, los marroquíes trabajan incansablemente para rescatar a posibles sobrevivientes entre los escombros.

Las zonas montañosas del Atlas han sufrido los mayores estragos, siendo de difícil acceso para los equipos de rescate. El número de víctimas sigue aumentando, con más de 2,100 muertos y miles de heridos, incluyendo a 1,404 en estado crítico.

El temblor de magnitud 6.8 derribó edificios y dejó a muchas personas sin hogar. Mientras algunos han buscado refugio en las calles de Marrakech, otros en las comunidades de montaña más afectadas.

El rey Mohammed VI ha declarado tres días de luto y ha movilizado recursos para ayudar a los afectados. Sin embargo, algunos marroquíes expresan preocupación por la falta de ayuda internacional.

Ofertas de ayuda de todo el mundo han llegado, y la ONU está lista para colaborar. El ejército español ya está en Marrakech para asistir en las operaciones de rescate.

La devastación es evidente en las áreas montañosas, con casas derruidas y personas con un futuro incierto. A pesar de la adversidad, los marroquíes muestran resiliencia y solidaridad en medio de esta tragedia que ha sacudido al país.