Los jóvenes inmigrantes beneficiarios de DACA, conocidos como los ‘dreamers’, enfrentan un desafío legal una vez más. El juez federal de Texas, Andrew Hanen, ha declarado ilegal el programa DACA en su versión enmendada por la administración Biden. Hanen ya había tomado una medida similar en 2021 contra la versión original de DACA creada por el presidente Barack Obama en 2012.
Según el juez Hanen, la solución para los ‘dreamers’ debe venir del poder legislativo y no del ejecutivo o judicial. Aunque la resolución permite a los aproximadamente 600,000 beneficiarios renovar sus permisos de trabajo y amparos de deportación por dos años más, prohíbe el procesamiento de nuevas solicitudes.
Organizaciones como United We Dream instan a los ‘dreamers’ a renovar sus estatus si vencen en los próximos 150 días. También aconsejan buscar asesoramiento legal si han tenido problemas con renovaciones o no cumplen con los requisitos.
La administración Biden y grupos defensores de los inmigrantes siguen presionando al Congreso para crear un camino a la ciudadanía para los ‘dreamers’. Sin embargo, la incertidumbre persiste, y la decisión final probablemente llegará a la Corte Suprema después de años de lucha en el Capitolio.