La vitamina D es un nutriente esencial que desempeña un papel crucial en nuestra salud. A menudo se le llama la “vitamina del sol” porque nuestro cuerpo la produce cuando nuestra piel está expuesta a la luz solar. ¿Por qué es tan importante?
En primer lugar, la vitamina D ayuda a fortalecer nuestros huesos y dientes al facilitar la absorción de calcio en el cuerpo. Sin suficiente vitamina D, corremos el riesgo de debilitamiento óseo y enfermedades como la osteoporosis.
Además, la vitamina D es esencial para un sistema inmunológico fuerte. Ayuda a nuestro cuerpo a combatir infecciones y enfermedades, y se ha relacionado con la reducción del riesgo de enfermedades crónicas como la diabetes y las enfermedades cardíacas.
Para mantener niveles adecuados de vitamina D, es importante pasar tiempo al aire libre, consumir alimentos ricos en vitamina D (como pescado graso y huevos), o considerar suplementos si tu médico lo recomienda.