Toyota no ha sabido adaptarse a las cambiantes preferencias de los consumidores y a la presión de los gobiernos de todo el mundo para reducir en gran medida la quema de combustibles fósiles, principal causa del cambio climático.
El mayor fabricante de automóviles del mundo, es también un importante empleador en Estados Unidos, con casi 30,000 trabajadores en Kentucky, Indiana, Texas y otros estados.
Podría decirse que Toyota ha hecho más por mejorar la eficiencia del combustible y reducir las emisiones que cualquier otro fabricante de automóviles, al ser pionera en la fabricación de coches híbridos que combinan un motor de gasolina con una batería y un motor eléctrico. Pero después de haber apostado tanto por los híbridos, ha pasado lentamente a los coches que no emiten gases de escape.
Esto ha abierto el camino para que Tesla y BYD, un fabricante chino, desafíen el dominio de Toyota ofreciendo coches eléctricos de batería atractivos y asequibles.