Los grupos del crimen organizado en México cuentan con unos 175,000 miembros, lo que los convierte en el quinto mayor empleador del país, según una nueva investigación publicada en la revista Science.
Utilizando una década de datos sobre homicidios, personas desaparecidas y encarcelamientos, así como información sobre las interacciones entre facciones rivales, el documento publicado modeló matemáticamente la membresía general de los cárteles, y cómo los niveles de violencia responderían a una serie de políticas.
Los autores sostienen que la mejor manera de reducir el derramamiento de sangre sería reducir el reclutamiento de miembros de los cárteles, mientras que encerrar a más miembros aumentaría la tasa de asesinatos.