La crianza “vieja escuela” en la cultura latina ha incluido tradicionalmente métodos de disciplina física como correazos, la chancla y el palo de la escoba. Estos métodos eran considerados efectivos en generaciones pasadas, pero hoy en día, la mayoría de los padres latinos han evolucionado hacia enfoques de crianza más modernos y menos físicos.

Los correazos o nalgadas, aunque alguna vez fueron comunes, son ahora ampliamente desaconsejados por profesionales de la crianza y la psicología infantil, ya que pueden tener efectos negativos en el bienestar emocional y psicológico de los niños. Además, el uso de objetos como la chancla o el palo de la escoba para castigar a los niños también se ha vuelto menos frecuente, ya que se ha reconocido que la violencia física no es la mejor manera de enseñar comportamientos adecuados.

Hoy en día, la mayoría de los padres latinos se inclinan más hacia métodos de crianza que enfatizan la comunicación, el entendimiento y el razonamiento, buscando alternativas más efectivas y menos perjudiciales para la crianza de sus hijos.