El desayuno es la comida más importante del día, y para comenzar con energía y nutrición, es crucial elegir sabiamente. Un desayuno perfecto debe incluir una combinación de proteínas, carbohidratos y grasas saludables.

Las proteínas, como los huevos o el yogur, te proporcionan la energía necesaria y ayudan a mantener la sensación de saciedad durante la mañana. Los carbohidratos, como la avena o el pan integral, te dan energía rápida y duradera. No olvides agregar frutas para obtener vitaminas y fibra esencial.

Las grasas saludables, como las que encuentras en el aguacate o las nueces, son importantes para la salud del cerebro y la piel. Además, no olvides hidratarte con agua o jugo natural.

Evita los desayunos cargados de azúcar y procesados, ya que te darán un impulso de energía seguido de una caída brusca. En su lugar, opta por alimentos frescos y naturales.