Los abuelos desempeñan un papel fundamental en el desarrollo de los niños. Su amor y cuidado brindan un ambiente enriquecedor para los más pequeños. Los abuelos aportan experiencias únicas y valores familiares que complementan la crianza.
Los abuelos son fuentes de sabiduría y paciencia. Pueden contar historias que conectan a los niños con sus raíces y enseñarles lecciones de vida. Además, ofrecen apoyo emocional, lo que fortalece la autoestima de los niños.
La relación abuelos-nietos también fomenta lazos familiares sólidos. Los niños aprenden a respetar y valorar a las generaciones mayores. Esta conexión intergeneracional es esencial para la identidad y la seguridad emocional de los niños.