En la década de los 70, el antropólogo Paul Erkman, reveló que las emociones no se manifiestan únicamente hacia fuera de nuestro cuerpo, sino que también se ven reflejadas internamente, en nuestros órganos.
De hecho, varios estudios han revelado que las emociones tienen gran impacto sobre las enfermedades por el desequilibrio energético que causan en nuestro cuerpo.
A continuación, te compartimos algunos ejemplos:
Ira: Cuando sentimos ira, nuestro hígado es quien sufre, causándonos migrañas, dolores de cabeza, mareos y confusión.
Ansiedad y euforia: Este sentimiento se relaciona con el corazón, por eso, se expresa con irregularidades en el ritmo cardíaco que pueden provocar taquicardia, nerviosismo o insomnio, entre otras.
Tristeza y melancolía: Esta emoción se ve reflejada en los pulmones, la cual podemos ver reflejada con irregularidades para respirar, entro otras funciones.