Un ex convicto francés de 25 años, cometió varios delitos menores, dejando su ADN en varias de las escenas a propósito con la intención de regresar a prisión y poder ver canales de televisión por cable, gratis.
La suscripción mensual a la TV en Francia está alrededor de 12 dólares, pero en las cárceles, este servicio está disponible casi de forma gratuita.
El joven, quien fue fácilmente identificado, se presentó sin ningún problema en la audiencia junto a su abogada, quien explicó su deseo.
“Las personas que dicen que prefieren la cárcel a la calle son bastante comunes, pero esta es probablemente la primera vez que defiendo a un cliente que quiere ir a la cárcel para ver programas para adultos”, declaró su abogada, Delphine Reynaud-Aymard.
Sin embargo, al joven no le salió el plan como quería, pues el juez lo sometió a una evaluación psiquiatra, para determinar su estado mental.