Los bostezos ocurren en todas las edades en cualquier momento, incluso, las aves, reptiles y otros mamíferos como los perros también lo hacen. Contrario a lo que la mayoría de las personas piensa, los bostezos no son señal de sueño, sino de insomnio, pues los bostezos ayudaban a los grupos de vigilantes de nuestros antepasados a mantenerse alerta y detectar el peligro después de varias horas de vigilancia.
Según un estudio publicado en BBC News, bostezar produce un enfriamiento del cerebro, el cual ayuda a que este trabaje mejor.
Por otro lado, Discovery News publicó una investigación que asegura que los bostezos son contagiosos, pues es una muestra de empatía y vinculo social.
Los investigadores aseguran que los bostezos requieren de cierto tipo de vínculo, de comunicación social, por lo que los médicos serían capaces de diagnosticar problemas de comunicación y desarrollo social en niños con mayor facilidad que antes y todo gracias a los bostezos.