Durante muchos años se ha sospechado que la contaminación del aire tiene la capacidad de atravesar la placenta y afectar al bebé.

Ahora, un estudio publicado en la revista Nature Communications, descubrió que existen partículas que flotan en el aire y que pueden filtrarse en nuestro sistema respiratorio y llegar hasta la placenta de las mujeres embarazadas.

Para llegar a esta conclusión, analizaron la placenta de cinco bebés que nacieron prematuramente y la de 23 que tuvieron partos normales.

Con las imágenes se dieron cuenta que las partículas de carbono negro, era mucho mayor en la de los bebés con nacimientos prematuros. Estas madres vivían más cerca de carreteras transitadas, donde la contaminación del aire es mayor.

Los expertos saben que evitar que las embarazadas respiren aire contaminado es algo imposible, por lo que recomiendan tomar medidas de prevención para reducir los riesgos como, por ejemplo: no abrir la ventana que da hacia la carretera, mejor las que dan hacia el jardín; exponerse a la naturaleza y evitar estar cerca del humo del cigarrillo.