Siempre se ha pensado que castigar a los hijos cuando hacen algo mal es una buena manera para que estos aprendan. Darle nalgadas es una de las practicas más comunes, sin embargo, también es una de las más peligrosas para ellos.
Antes era común la práctica de castigos físicos a los hijos, puesto que la época era diferente a la de ahora. Hoy en día, con todos los avances científicos y cambios, este tipo de castigos han quedado casi que obsoletos y su práctica puede tener un efecto negativo en la vida de los niños.
Se ha recomendado no aplicar esta clase de castigos físicos a los niños, pues estudios científicos han demostrado que esto puede crear conductas agresivas en los niños a futuro, y que unas simples nalgadas pueden tener el mismo efecto que un castigo mucho más fuerte y violento.
Una investigación descubrió que aquellos niños que recibían castigos físicos tenían un menor desarrollo en la materia gris del cerebro, la cual es encargada en las interacciones sociales de la persona. Esta afectación podía conllevar a que el chico tuviera problemas en relacionarse en el futuro.
Es por esta razón, que los pediatras recomiendan no utilizar castigos físicos con los niños, sino un estilo de empatía donde se premie cuando el chico haga bien las cosas y de esta manera, se promueva este tipo de comportamiento.