Con seguridad han escuchado aquel dicho que asegura que “Nadie muere mientras no sea olvidado”, pues en definitiva el festejo de Día de Muertos es un pretexto perfecto para recordar a los seres queridos que se han adelantado en el camino.
Los famosos además, comparten en sus redes a manera de ofrenda algunos detalles que mantienen vivo el recuerdo de sus fieles difuntos.
Quien nunca pierde oportunidad de rendir tributo a su padre es José Manuel Figueroa, no sólo en su aniversario luctuoso en estos días especiales, sino que con frecuencia le rememora, no obstante, el público decidió sumarse a esta serie de añoranzas con ofrendas y regalos.
José Manuel sin más palabras que una imagen, dio a conocer la bella ofrenda que puso en memoria del “Huracán del Sur”, con las tradicionales flores, veladoras, calaveritas de azúcar y fotografías, en donde también estaba la imagen de sus hermanos Trigo y Juan Sebastian, que fallecieron de forma trágica.
Pero más allá de las puertas de su hogar, en una tierra de enorme significado para Joan, se conmemoró su partida, el pueblo de Taxco develó una placa a los pies de otro altar con una guitarra y diversas fotos del cantautor y un cráneo con un sombrero donde la gente acudió a llevar flores y cantos, finalmente la figura en papel maché del intérprete de “Tatuajes” montado en su inseparable caballo con un brillante saco listo para el jaripeo, y las palabras de su hijo fueron: “Sin menospreciar ningún altar pero estoy seguro que este sería una de los favoritos de mi padre, con su adorado padrino”.
Y quien también recordó a una persona muy especial en su vida fue Régulo Caro, quien no olvida a su hermano Ramiro, quien además de manager, era también el primo del cantante Gerardo Ortiz.
En uno de los episodios más duros que ha tenido que enfrentar la familia, Ramiro fue baleado por un grupo de sicarios que intentó asesinar a Gerardo. En una tumba sencilla descansan los restos de este joven que sigue presente en el corazón de su “carnal” Régulo, quien ha confesado le gusta ir a visitarlo al panteón, llevarle cervezas, dulces y cantarle canciones que le gustaban en vida, en su Instagram el cantante posteó una foto en donde se ve la tumba en el All Souls Cemetery con las golosinas y las flores.
Por supuesto no podía faltar “El Vale”, su hermano Francisco no sólo se quedó con su mote de “El Gallo”, sino también con la enorme responsabilidad de continuar con el legado de su hermano quien también perdió la vida en un atentado que silenció su voz, pero no sus canciones, la leyenda dice: “Gracias a todas las personas que se tomaron el detalle de colocar a mi hermano en sus altares, por siempre vencedor…
Un gallo de carne y hueso, y los antojitos mexicanos que le llenaban la barriguita fueron parte de este memorial.