El migrante Christian Mejía que se encontraba detenido en un centro de detención en Luisiana, pensó que con un abogado que pidiera asilo político para él podría tener una oportunidad de salir, pero entonces fue puesto en cuarentena.
En enero comenzó un brote de paperas en el Procesamiento de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) de Pine Prairie, que ha podido afectar a Mejía y a otros detenidos más.
“Cuando hay un solo enfermo, todos pagan”, dijo Mejía, revelando que pasó varias semanas sin tener visitas y sin acceso al comedor y la biblioteca.
De hecho, ni su abogado tenía permitido verlo, su caso tuvo que seguir por medio de videoconferencia. El 12 de febrero fue deportado hacía Honduras por un juez.
Durante el mandato de Trump, se ha presentado una cifra récord de personas detenidas en los centros de migrantes, lo que ha causado preocupación por parte de sus defensores por los brotes de enfermedades y cuarentenas.
Según ICE, el 6 de marzo más de 50 mil migrantes estaban detenidos.
Un funcionario de ICE, quien habló anónimamente, reveló que 2280 migrantes fueron puestos en cuarentena en todo el país.
Por su parte Kevin McAleenan, El Comisionado de Aduanas y Protección Fronteriza, dijo que estos problemas de salud se deben a los cambios demográficos por parte de las personas que provienen de países centroamericanos.
“Estamos viendo que los migrantes llegan con enfermedades y afecciones médicas en cifras sin precedentes”, expresó McAleenan