La mayoría de la gente conoce el Black Friday como el día después de Thanksgiving, cuando las tiendas abren temprano y ofrecen sus productos a precios más económicos.

Sin embargo, la verdadera historia del Black Friday es más “oscura”. El término se utilizó por primera vez el 24 de septiembre de 1869, cuando dos inversores, Jay Gould y Jim Fisk, elevaron el precio del oro y causaron un colapso ese día. El mercado de valores cayó un 20% y el comercio exterior se detuvo. Los agricultores sufrieron una caída del 50% en el valor de la cosecha de trigo y maíz.

En la década de 1950, la policía de Filadelfia usó el término “Black Friday” para referirse al día entre Thanksgiving y el juego Ejército-Marina. Enormes multitudes de compradores y turistas fueron a la ciudad ese viernes, y los policías tuvieron que trabajar largas horas para cubrir las multitudes y el tráfico.

Los comerciantes en el área intentaron cambiar el nombre a “Gran Viernes”, pero el nombre no fue tan atractivo.

Finalmente, a fines de la década de 1980, el “Black Friday” se había extendido a nivel nacional como un día para realizar compras exclusivamente.