Un niño de cuatro años llamado Everett Hamlin, mató a su pez favorito al sacarlo de su pecera para darle un abrazo.
El niño se las ingenió para sacar al pez y llevarlo a su cama para abrazarlo y jugar con él. Sus padres Tori y Corey, le contaron qué había pasado dejándolo desconsolado.
“Me sorprendió al principio, pero luego cuando dijo que solo quería acariciarlo, estaba pensando, oh Dios mío, eso es tan triste. No me pareció gracioso que lo matara. No entendía lo que estaba haciendo. Honestamente, me sorprende que lo haya agarrado. Tiene algunas buenas habilidades allí.” Compartió Tori, de 29 años. “Tal vez el pez estaba tan acostumbrado a verlo, que se sentía cómodo con él junto a la pecera. Le encantaba el pez dorado. Siempre ha estado en su habitación. Le encantaba mirarlo. Nunca trató de hacerlo antes de que sucediera esa noche”.
Tori compartió la historia en sus redes sociales donde recibió cientos de comentarios ofreciéndole comprarle un nuevo pez a Everett, pues quedaron conmovidos por el tierno acto del niño. Como el cumpleaños del niño se acercaba, sus padres decidieron llevarlo a la tienda de mascotas para que Everett eligiera su nuevo mejor amigo, al cual prometió no sacar del agua para abrazarlo.
“Le dijimos que le conseguiríamos una nueva pecera y más peces para su cumpleaños, así que esperamos hacerlo en los próximos días. Ha habido personas de todas partes que se pusieron en contacto y me preguntaron si podían comprarle un nuevo pescado. No quiero tomar el dinero de otras personas, ese no era el punto de la historia”, dijo Tori.
“Le conseguiremos un nuevo pez. Esta vez él puede ayudar a escogerlo. Siempre nos encantaron los peces. Cuando nos comprometimos teníamos cuatro o cinco peceras. Así que cuando era pequeño no podíamos esperar para regalarle un pez. Siempre le ha encantado. El pescado fue comprado específicamente para él. Cuando lo conseguimos, pasaba horas mirando dentro del tanque y observando las burbujas y las luces”.
“Tuvimos ese pez dorado durante tanto tiempo que cuando lo compramos, era naranja y cuando murió, ya casi no quedaba nada del naranja. Era una locura. La mayoría de las personas no tienen peces dorados durante tanto tiempo. Siempre hemos sido grandes amantes de los peces. Los cuidamos. Él vivió una vida más larga que la mayoría de los peces dorados”.
Everett ya tiene un nuevo pez y aunque prometió no sacarlo del agua, sus padres dijeron que lo dejaran en un lugar fuera de su alcance.