Un estudio encontró que el probiótico Bacillus subtilis , que se encuentra comúnmente en el yogur comercial, podría ayudar a evitar la enfermedad de Parkinson, ya que este bacilo evita la segregación de un químico tóxico que se encuentra en los pacientes de Parkinson.
La investigación muestra que la aparición del Parkinson está relacionada con la presencia de un químico llamado alfa-sinucleína, que al aumentar los niveles en el organismo, ocasiona síntomas más graves de esta enfermedad.
Aunque la enfermedad de Parkinson es una enfermedad del sistema nervioso central, existe amplia evidencia de que las bacterias del tracto gastrointestinal influyen en su aparición.
“Las bacterias intestinales pueden afectar la función cerebral al producir metabolitos que ingresan al torrente sanguíneo, provocando respuestas inmunes en el huésped o modulando la función neuronal”, apunta el estudio publicado en Cell Reports.
El uso del probiótico Bacillus subtilis, que está disponible para consumo humano, inhibe la segregación y elimina la acumulación de alfasinucleina, relacionada con la aparición del Parkinson, aunque los efectos de este probiótico dependen de la edad, sexo y alimentación de cada persona.