Casi siempre pasar por un divorcio es algo muy doloroso y efectivamente lo fue para la ex esposa de Alan Hattel, quien mandó a poner una lápida con su nombre en el cementerio.
Alan, un hombre de 75 años y quien vive en Fordar, Escocia, tuvo una sorpresa muy desagradable al ver una tumba con su nombre cuando caminaba por el cementerio.
Como es obvio, el hombre está vivo y él sospecha que fue su ex esposa, con quien no tiene ningún tipo de comunicación desde hace 26 años, la responsable de esta horrible broma.