Julio Preciado, el cantante mexicano de banda sinaloense que formó parte de la “Banda El Recodo” de don Cruz Lizárraga como vocalista de 1991 a 1998, está recuperándose de un trasplante de riñón que se vio obligado a practicarse recientemente.

Después de varios meses de preparación para la intervención quirúrgica donde su hija Yuliana fue la donadora, finalmente el pasado 13 de enero de 2020, el cantante se sometió a dicha operación en un hospital de Guadalajara, Jalisco.

Debido a los cuidados extremos que ha debido vigilar, las entrevistas estaban prácticamente prohibidas desde entonces, incluso a su salida del hospital, lo cual sucedió 10 días después de su operación, cuando fue directo a casa, todos con tapabocas y sin mediar palabra alguna con la prensa.

Sin embargo, solo un medio mexicano que estuvo presente durante todo el proceso a través de sus familiares y llamadas telefónicas, finalmente esta semana lo pudo entrevistar y donde hizo varias revelaciones como la de que su hija Yuliana, donadora del riñón, será la heredera universal cuando él falte:

“Yo los heredé a casi todos en vida y lo que queda, tanto de bienes materiales y regalías y todo lo demás, son para Yuliana porque es la más pequeña y creo que es a la que debo apoyar”, declaró.

También fue franco al reconocer que fueron los excesos los que lo pusieron en esa situación tan delicada: “Primero sufrí una trombosis, luego tenía tapadas tres arterias y todo por ser una persona que nunca hizo ejercicio… la vida que llevé fue muy difícil, los tiempos que viví fueron muy difíciles, por los excesos de todo tipo”, confesó el sinaloense.

Y recalcó: “Aquí el que no cae, resbala, y miente el que diga que no, porque hay veces que los veo en la tele diciendo, ‘yo jamás lo hice’, por favor si amanecían conmigo… no puedo decir nombres nada más, pero ¿por qué ser tan hipócritas? Ahorita yo estoy libre de excesos, tengo ya dos años sin tomar y tengo un poco más de tiempo sin consumir así que no hay mal que por bien no venga”.