Una pareja conformada por Lin y Brendan Lavery de 69 y 71 años de edad, decidieron casarse despúes de convivir juntos por 16 años.

En los preparativos de la boda, buscaron un fotógrafo profesional para tener unos bonitos recuerdos de ese día tan especial.

Después de buscar entre varias opciones, contrataron a una fotógrafa que les mostró un portafolio muy profesional, además que el precio era considerablemente más bajo que los otros, ya que solo les cobraría 100 libras por hora, o sea 130 dólares aproximadamente.

La boda se celebró en Plymouth, al suroeste del Reino Unido, en la Oficina del Registro Civil.

Después de tres semanas, la pareja recibió las fotografías de su boda. La persona les entregó las imágenes en un dispositivo de USB, y cuando lo vieron se llevaron una muy fea sorpresa:

“La mayoría de las imágenes estaban desenfocadas. Son diabólicas. No podíamos creer que fueran tan malas”, comentó Brendan.

Al querer hacer el reclamo a la fotógrafa, ella ya había desaparecido, no pudieron encontrarla ya que había cerrado las páginas con las que ellos la contactaron.

Poco después se enteraron que la fotógrafa no era profesional sino una simple ‘aficionada’ que se adueñaba de los catálogos de los profesionales o los tomaba de archivos de internet.

La pareja Brendan intentó que un experto en imágenes arreglara sus fotos, pero desafortunadamente se necesitaban los archivos originales, que ellos no tenía.

La pareja decidió organizar un nuevo casamiento, que aunque le ocasiona gastar más dinero, van a tener seguridad de contratar un servicio de fotografía profesional. 

Y tú, ¿te volverías a casar?