Actualmente la crianza de los hijos se realiza de manera muy diferente a cómo se hacía en el pasado.
Antes, los padres eran más estrictos y hasta recurrían al castigo físico cuando sus hijos desobedecían o se portaban mal. Hoy en día, esa manera de educar no es aceptada ni aplicada por muchos padres, pero algunos, se van al otro extremo y se convierten en padres muy permisivos.
Sin embargo, esa situación no es beneficiosa para la formación de los hijos, ya que no poner límites a los niños se considera como un tipo de maltrato infantil.
Los padres no desean criar hijos groseros, berrinchudos, maleducados e insoportables, muchas veces ocasionada por la falta de límites y esto se considera como un tipo de maltrato infantil.
La sobreprotección en exceso, es decir, cuando los padres evitan que sus hijos tengan algún problema o dificultad, es también mala para los niños, ya que no les permiten a los hijos experimentar, y aprender a resolver sus propios problemas y altera su desarrollo, ya que los niños se vuelven dependientes de los padres, impidiéndoles tomar decisiones por sí mismos.
Otro problema, que se presenta actualmente con mucha frecuencia en la crianza de los niños, es la falta de tiempo para estar con ellos y esto hace que los padres traten de compensarlo con cosas materiales; los niños no aprenden a conocer los límites y hacen los que les viene en gana.
Contrario a esto, encontramos los padres demasiado estrictos, que ejercen una crianza rígida, y hasta llegan a castigar a sus hijos física y emocionalmente con mucha frecuencia, con el fin de conseguir un buen comportamiento por parte de los niños.
En conclusión, es de suma importancia establecer y mantener los límites en el hogar; así, los niños aprenden que existen normas que dependiendo si se cumplen o no, trae consecuencias positivas o negativas.
Para empezar, debes crear una buena convivencia familiar. Enseñar a los niños que las reglas son permanentes y esto les dará seguridad y estabilidad en su vida.