Las personas con enfermedad renal crónica y que deben someterse a tratamientos de hemodiálisis, sufren cambios bruscos en su vida por causa de la propia enfermedad y por el tratamiento al que tienen que someterse y esto puede llevarlos a situaciones de ansiedad.
Estos pacientes están expuestos a mucho estrés, como la dependencia de una máquina, cambios muy bruscos en su dieta, inconvenientes para organizar su vida, limitaciones en la actividad física, complicaciones con el acceso vascular, entre otros.
Una investigación entre el servicio de Nefrología del Hospital y la Universitat Politécnica de València (UPV) realizado por la profesora Oboe Miriam Serrano para su tesis doctoral en el programa de doctorado de la Facultad de Bellas Artes, bajo la supervisión del profesor y el músico Conrado Carrascosa López, estudia “el abrazo” entre dos disciplinas: la música en directo y la medicina, y su “efecto beneficioso” para pacientes, músicos y personal médico.
Durante el estudio, se midió el grado de ansiedad y depresión antes y después de la intervención musical: El grupo que no escuchó la música mantuvo los niveles de ansiedad y estrés sin cambios, y en el que se intervino con música en directo, el grado de ansiedad se redujo una media de 5.35 puntos sobre una escala de 10, y en el nivel de estrés la reducción fue de 5.88 puntos.
Esta es una buena terapia para los enfermos renales.