El estrés causa que tu corazón lata más rápido, se aumenta la presión arterial, la respiración se acelera y hasta sientes que te falta el aire.
Para disminuir el estrés las personas hacen deporte, se reúne con amigos, practica algún hobbie, duerme, etc. Pero, para bajar el estrés de manera rápida, te indicamos a continuación algunas técnicas muy efectivas:
1. Respiración.
El estrés causa que respiremos más rápido de lo normal y el cuerpo necesita más oxígeno. Es por esto, que necesitamos oxigenarnos y podemos hacerlo con la respiración diafragmática, así:
De manera lenta y profunda tomar aire por la nariz y llevarlo al estómago, dejarlo allí por unos segundos, para después expulsarlo muy lentamente por la boca.
Repetir este ejercicio entre 5 y 10 veces.
2. Relajación
El Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, dice que:
“la relajación es una técnica de reducción de la activación fisiológica que ha demostrado ser eficaz para el tratamiento de los trastornos de ansiedad y otros desórdenes emocionales”, y puede alcanzarse mediante técnicas como esta. ”
“Consiste en aprender a disminuir la tensión muscular realizando ejercicios de tensión, poco intensos y breves y de relajación, más largos. Debemos centrarnos en las sensaciones que producen ambos pasos para adquirir las habilidades necesarias que nos permitirán identificar la tensión y eliminarla”.
El proceso se divide en tres fases.
. contraer y relajar músculos desde la cabeza hasta los pies. Se empieza con los músculos de la cara, luego el cuello y los hombros; los músculos se tensan y distensan tres veces en ese orden: frente, ojos, nariz, boca, lengua, mandíbula, labios, cuello, nuca y hombros.
Después brazos, manos, piernas, también se tensan y luego se distensan.
La espalda, se relaja poniendo los brazos en cruz y llevando los codos hacia atrás. El tórax, inspirando y expulsando el aire, el abdomen y cintura, tensando y destensando los músculos del estómago y glúteos.
. La segunda fase consiste en repasar mentalmente todas las partes del cuerpo trabajada, y sentir que se han relajado.
. La tercera fase es pensar en momentos relajantes.
3. Visualización
Se debe alimentar la imaginación. Se debe dirigir la mente a imágenes positivas y agradables, recreando momentos que quisiéramos vivir o recordando momentos felices que hayamos vivido. Utilizar el tacto, el olfato y los sonidos para ayudarnos a visualizar la escena.