En Sudáfrica, un perrito llamado Papper, protagonizó una historia bastante curiosa:

Se comió el anillo de compromiso de su dueña.

La historia se conoció a través de redes sociales e inmediatamente se hizo viral.

Papper fue llevado al hospital Valley Farm Animal, ubicado en Pretoria, Sudáfrica; allí le tomaron varias radiografías en las que se apreciaba claramente el anillo de compromiso que se había comido.

“Mi nombre es Papper. ¿Me veo un poco nauseabundo? ¡Eso es porque el veterinario me acaba de dar algo para hacerme vomitar! ¡No porque el veterinario sea malo sino porque me comí el anillo de compromiso de mi mamá!”, se lee en la publicación.

Para inducir el vómito y lograr que Papper expulsara el anillo, el veterinario le dio un medicamento con este fín.

Unas horas después, el anillo salió sin causar ningún daño a la mascota.

’El perro hizo lo suyo y apareció el anillo de mamá, tan bueno como nuevo o diría aún mejor, ya que ella siempre tendrá una historia que contar’. Escribió el centro veterinario.