Todos tenemos nuestros propios hábitos alimenticios, sin embargo, algunas personas por la falta de tiempo suelen salir de la casa sin desayunar y cuando cenan, lo hacen muy tarde, aumentando el riesgo de tener problemas de salud.
Una investigación ha comprobado que, al no desayunar y cenar demasiado tarde, es la combinación perfecta para tener un infarto.
Dicho estudio fue publicado en el European Journal of Preventive Cardiology, donde aseguran que las personas que llevan este tipo de hábitos alimenticios son los que sufren peores consecuencias si sufren un ataque al corazón.
De hecho, los expertos aseguran que estas personas cuentan con una probabilidad de muerte cinco veces mayor si experimentaban un ataque cardíaco o angina de pecho.
Finalmente, los expertos recomiendan buscar el espacio para poder desayunar algo antes de salir de casa, pero sobretodo, dejar un espacio de dos horas entre la cena y la hora de dormir.
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