La cantautora Erika Vidrio ha sido siempre muy reservada en cuanto a su vida personal, se ha enfocado siempre en compartir públicamente sus canciones, sus shows, sus composiciones, pero alguien cambió su vida para siempre, se trata del pequeño Julián, el bebé que vino para revolucionar su mundo, pero hay algo que le ha impactado en especial, y es que nació en medio de una pandemia, una durísima experiencia que decidió compartir a través de un blog.
Erika mantiene de tiempo atrás una relación estable y hermosa con su pareja, Mariel con quien decidió tener un hijo, no se ha hablado mucho sobre el proceso de concepción pero las dos son ahora madres de un niño sano y feliz ajeno a la crisis que le rodea.
En el blog donde Erika narra su vivencia, comienza por detallar el día en que nació, comenta que el parto fue inducido y que tras los nervios y el dolor, su primer respiro fue a las 11:11 una hora cabalística que para ella significaba un sueño cumplido.
Así mismo, cuenta que el pequeño presentó una infección grave, que se tuvo que quedar en el hospital en cuidados intensivos y que eso las hizo reflexionar en lo duro que debe ser para algunos padres pasar semanas, meses o años, vigilantes de alguna enfermedad de sus hijos, pero lo más conmovedor es saber que mientras Erika y su esposa cobijaban y arrullaban a Julián, las noticias llenaban su mente de miedo y frustración, aquí algunos fragmentos:
“Es la mañana del 9 de Marzo del 2020. Mariel y yo en un cuarto de hospital. Ha sido inducida porque Julián cumplió sus 40 semanas y tres días pero se niega a salir de sus entrañas. Empiezan las contracciones, La enfermera prepara todo, llama al doctor. Le da indicaciones a Mariel, que respire, mi mujer valientemente empieza la batalla, de pronto un llanto, y mi corazón recobra su lugar, aunque sigue latiendo fuerte, tan fuerte que no sé si gritar o llorar o quizás las dos cosas. El reloj marcó las 11:11 y apareció Julián, como una respuesta de todos los deseos cumplidos. La vida puede ser todo menos lo que era. Yo no dejé de tomarle fotos y videos. El monitor de mi cámara se empañó con una pequeña lágrima. Lo tuve en mis brazos y me dieron ganas de no soltarlo nunca más. Un análisis de sangre arrojo que Julián tenía una fuerte infección y no se sabía aún en qué parte. La incertidumbre y el llanto tomaron el lugar de la alegría. Varias muestras de sangre. Nadie nos explicaba qué era exactamente lo que tenía. Lloramos juntas cuando dieron de alta a Mariel, no entendíamos qué podría tener nuestro hijo. Nunca tuvo complicaciones durante el embarazo. Julián llegó a casa un 14 de Marzo. Mi cumpleaños, sin duda el mejor regalo que he tenido en la vida. Pero ahora vendría otro reto: El coronavirus (COVID- 19). La pandemia que se extendió a nivel mundial no nos daba otra opción más que el confinamiento total. Los bebés son susceptibles a cualquier infección por no tener inmunidad, así que eliminamos las visitas en casa. La información que hemos tenido por los casos de bebés a nivel mundial ha sido escasa, En New York se encuentra un niño de tres semanas de nacido identificado como el paciente con coronavirus más joven en EE. UU. que se recupera en casa. También conocemos el caso de un bebé que dio positivo por coronavirus en Chicago y falleció, hay una confirmación de muerte de un bebé en China, un pequeño de 10 meses que falleció en Wuhan producto del brote. Aunque los más vulnerables a este virus son los adultos mayores de 65 años, debemos cuidar a nuestros hijos sobremanera. Yo confieso mi temor y en los ojos de mi esposa veo lo mismo. Aunque hemos disfrutado a Julián estos días de doble cuarentena y nos hemos gozado como familia junto con nuestra hija Camila, nos invade la angustia y la incertidumbre de lo que pasará. Son momentos de reflexión y ahora con Julián en nuestras vidas más que nada deseamos un mundo sano.”
Al final, la cantante cierra con un mensaje positivo pues Dios les ha permitido que su peque cumpla casi un mes, y agradece a quienes han sido parte de esta peculiar historia de amor que podría ser digna de una película.