Para disminuir el riesgo de contraer enfermedades, debemos fortalecer nuestro sistema inmunológico.

Alimentos como el pescado y los mariscos, ayudan en este proceso, ya que son fuente de nutrientes como proteínas de alto valor biológico y de fácil digestión, minerales, vitaminas y grasas. Además, el pescado y los mariscos tienen alto contenido de fósforo, vitaminas A y B12, y ácido fólico, los cuales favorecen la memoria, la concentración y el aprendizaje; tienen calcio que ayuda en el buen desarrollo y formación de los huesos, lo que reduce la posibilidad de tener osteoporosis.

La Organización Mundial de la Salud, destacó que los pescados son fuente natural de ácidos grasos Omega-3 -un tipo de grasa poliinsaturada que el cuerpo no genera de manera natural- pero que debido a su función antioxidante “son necesarios para reforzar nuestras defensas y mantenernos sanos”.

“El sistema inmunológico es la defensa natural del cuerpo contra las infecciones, ya que lo protege de bacterias, virus y hongos, produciendo anticuerpos que bloquean y expulsan a estos potenciales causantes de enfermedades”, explicaron.

También, el Omega-3 influye en nuestra salud cardiovascular, porque disminuye el colesterol malo y reduce el riesgo de formación de coágulos en el flujo sanguíneo, arritmias, infartos y diabetes.