Existen muchos mitos sobre el acto de tragarse la goma de mascar o chicle.
Hemos escuchado a los adultos decir a los niños: “si te tragas el chicle, se te quedará pegado al estómago por 7 años”.
Afortunadamente esto no es verdad. El chicle está formado de edulcorantes, saborizantes y goma de butilo, que es la que da la textura propia de los chicles.
Si se traga el chicle, recorrerá el mismo camino que si hubiera tragado cualquier otro alimento.
Cuando llega al estómago, los jugos gástricos y enzimas digestivas lo descomponen para extraer los nutrientes y luego siguen su camino por el intestino hasta salir del cuerpo.
En conclusión, el ciclo de vida de un chicle dentro de nuestro cuerpo es igual al de cualquier otro alimento