El virus del COVID-19 también está presente en las secreciones oculares de los pacientes positivos, y por lo tanto, son fuente de contagio.
Un estudio realizado en Roma, describe que, tras una muestra ocular tomada 3 días después del ingreso de un paciente positivo de coronavirus en el hospital de Spallanzani y que tenía conjuntivitis bilateral, los investigadores lograron aislar el virus.
Lo que esto significa es que, además de estar en el sistema respiratorio, el virus es capaz de replicarse en las conjuntivas.
“Esta investigación muestra que los ojos no son solo una de las puertas de entrada para que el virus ingrese al cuerpo, sino también una fuente potencial de contagio”, comentó la Dra Castilletti del hospital Spallanzani.
Por lo anterior, se destaca “la necesidad del uso apropiado de dispositivos de protección en situaciones tales como exámenes oftálmicos que se consideraban relativamente seguros en comparación con los riesgos de contagio que representa este virus”.
Adicionalmente, en la investigación se evidenció que las muestras oculares pueden ser positivas mientras que las nasales ya no muestran rastros del virus: es más, tres semanas después del ingreso al hospital, el paciente objeto de la investigación era negativo para el test nasal, pero todavía débilmente positivo en el ocular, y también 27 días después de la hospitalización.
Ahora los oftalmólogos saben que es necesario “preparar dispositivos adecuados para médicos y enfermeras, máscaras de filtro respiratorio para uso sanitario tipo FFP2, gafas, máscaras y viseras protectoras, guantes y batas desechables”.