Las aceitunas se odian o se aman. Pero, últimamente se ha determinado que cuando te empiezan a gustar puede ser señal de que te estás volviendo viejo.

¿Te parece extraño? Tal vez, pero es completamente natural. Se debe que a medida de avanzamos en edad, los gustos en las comidas van cambiando y nos vamos inclinando hacia los sabores amargos, como el de las aceitunas, y consumimos menos dulce.

Las aceitunas es un fruto que no se puede comer directamente del árbol y tiene su temporada de madurez.

Con el paso de los años, empezamos a disfrutar de cosas que antes no soportábamos, como el sabor de un café sin azúcar, una copa de vino, el chocolate amargo y vamos dejando a un lado los alimentos muy dulces, tal vez, también por salud.

Los niños tienen preferencia por los sabores dulces, que incluso actúan como analgésicos. Los más pequeños prefieren niveles más altos de dulce que los adultos, y estas preferencias van disminuyendo durante la adolescencia media a tardía, lo que coincide con el crecimiento físico.

Esto también se relaciona con el poco gusto que sienten los niños por los alimentos verdes y con el sabor de los medicamentos.

Tal vez no solo el gusto por las aceitunas representa que estás envejeciendo, ya que hay personas que las disfrutan desde muy jóvenes y puede deberse a la genética, a la propensión a experimentar nuevos sabores ya sea inducido por los padres o por ellos mismos.

Los niños siguen ejemplos, si ven a sus padres mostrando desprecio por algún alimento, ellos también lo harán sin haberlo probado.