La pareja conformada por Giorgio y Rosa no se había separado durante los 52 años de matrimonio.
Sin embargo, en marzo pasado, Giorgio tuvo que ser ingresado en un hospital porque se contagió de COVID-19; el hombre decía que lo único que quería era ver a su amada esposa que lo esperaba en casa.
Días después, Rosa también tuvo que ser hospitalizada por el COVID-19, pero en otro hospital.
Afortunadamente, Rosa se recuperó rápidamente y le permitieron sorprender a su esposo. Ella fue a visitarlo al hospital y Giorgio no podía creer que después de casi un mes, se volvieran a encontrar.
Uno de los médicos comentó: “Fue una de esas reuniones que no se olvidan. Ninguno de nosotros pudo contener las lágrimas. Un largo abrazo, dulces palabras, diez minutos de ternura”.
Días después Giorgio fue dado de alta y con seguridad está disfrutando de su familia y su perrito que los acompaña desde hace 17 años.