En Hong Kong, cualquier persona que se supiera que había estado expuesta al nuevo coronavirus era enviada por las autoridades a una instalación gestionada por el gobierno para ponerla en cuarentena durante dos semanas. Recientemente, las autoridades anunciaron que habían pasado semanas sin que hubiera nuevos casos de coronavirus transmitidos localmente.

En Corea del Sur, a las personas con síntomas moderados se les ordenó que se fueran a centros de aislamiento. La respuesta de ese país al virus es aclamada como un modelo para el mundo.

Pero incluso cuando la cuarentena y el aislamiento centralizados y fuera del hogar parecieron ayudar a romper la cadena de transmisión en otros países, los Estados Unidos se han mantenido en gran medida resistentes a aislar a las personas en centros administrados por el gobierno lejos de sus hogares. Y en los lugares donde hay instalaciones de aislamiento voluntario, los funcionarios locales están encontrando menos personas aprovechándose de ellas.