Martha Escudero había estado viviendo con sus dos hijas jóvenes en los sofás y habitaciones libres de sus amigos y familiares en Los Ángeles durante un año y medio. Siempre había sido incómodo, pero la pandemia de coronavirus lo hizo peligroso: era imposible la distancia social en un hogar lleno de gente. Así que se hizo cargo de una casa vacía, propiedad del estado de California.

“Soy supuestamente exitosa según los estándares americanos”, dijo Escudero, quien trabaja como asistente de salud en el hogar. “Nací y crecí aquí. Tengo un título universitario, hablo inglés… y no puedo pagar el alquiler. Para mí, eso es ridículo”.

El costo de la vivienda en los EE.UU. ha aumentado más rápido que los salarios durante décadas. Pero el problema es particularmente grave en California, donde la escasez de viviendas y el aumento de los alquileres han obligado a decenas de miles de personas a salir a la calle y a refugiarse.

La escasez de viviendas dijo Escudero, “es realmente inmoral, inhumana e injusta”. Y, “se ha vuelto aún más inmediata ahora con el Covid-19. No podemos esperar años para conseguir una vivienda segura cuando ahora hay gente muriendo literalmente en las calles y propagando esta pandemia”.