La empresa de alquiler de coches Hertz se declaró en bancarrota, convirtiéndose en la última víctima de la repentina crisis económica provocada por la pandemia Covid-19.

La compañía había incumplido un pago a un grupo de prestamistas que arriendan vehículos en la flota de alquiler diaria de Hertz en EE.UU. Los prestamistas extendieron un período de gracia para el pago sólo hasta el 22 de mayo.

Al declararse en bancarrota, Hertz dice que tiene la intención de permanecer en el negocio mientras reestructura sus deudas y emerge una compañía financieramente más saludable.

La compañía alquila coches bajo las marcas Hertz, Dollar, Thrifty y Firefly, una marca de descuento fuera de los Estados Unidos.

Hertz ha sido devastada por la caída de los viajes desde que la pandemia golpeó a principios de este año. Casi dos tercios de sus ingresos provienen de los alquileres en los aeropuertos, y los viajes aéreos han caído bruscamente.

La compañía ya ha hecho profundos recortes para detener las pérdidas. Hertz redujo 12.000 de sus 38.000 empleados en América del Norte, mientras que otros 4.000 están de permiso.

Hertz ha estado alquilando coches desde 1918, cuando alquiló por primera vez una docena de Ford Modelo T, y ha sobrevivido a la Gran Depresión, el virtual cese de la producción de automóviles de EE.UU. durante la Segunda Guerra Mundial, y numerosas crisis del precio del petróleo.