Cuando compramos pollo nos fijamos mucho en el olor, color y sobre todo que esté fresco. Pero, ¿qué pasa si un trozo de pollo crudo tiene una línea blanca en la piel?

Esa franja blanca corresponde a la crianza de los pollos en granjas que aumentan y hasta doblan su tamaño por lo que desarrollan esas fibras anormales en el tejido. Esta fibra está compuesta principalmente de grasa y escasa proporción de proteínas, según indica un estudio publicado en el diario Ciencia Animal.

Malas prácticas en las granjas avícolas pueden hacer que estos animales desarrollen una enfermedad llamada miopatía o debilidad muscular, que genera franjas blancas muy visibles en el pollo, consiguiendo que el pollo no tenga la carne magra que ostenta sino por el contrario, ofrece gran cantidad de grasas.

La pregunta es si todo el pollo de las granjas sufre de esto y si es saludable o no.

Lo ideal es consumir lo más natural y fijarse que el pollo esté en buen estado, ya que es una gran fuente de proteína.