Hipócrates, quien es considerado el padre de la Medicina, dijo: “La salud comienza en el intestino”.
Según la revista científica The Lancet, una de cada cinco muertes que se producen en el mundo, se debe a una mala alimentación.
Esto se refiere a dietas que no incluyen suficientes frutas, verduras ni frutos secos, y, en cambio están repletas de azúcar, sal y grasas trans. Este último tipo de dieta, no solo nos enferma, sino que también nos puede matar.
Alimentación es el acto de elección e ingesta del alimento, un proceso voluntario y educable que se va modificando a lo largo de nuestra vida. Y, nutrición, es el proceso involuntario mediante el cual nuestras células procesan los alimentos que ingerimos.
Cuando un individuo está sano, los microorganismos protectores que componen la microbiota intestinal es mayor a los microorganismos potencialmente perjudiciales.
¿Qué ocurre cuando se desequilibra la microbiota intestinal?
Puede ocurrir que, por estrés, consumo de algunos medicamentos, poco sueño o dietas inadecuadas, se desequilibra nuestra microbiota intestinal. Esto se llama disbiosis intestinal; y allí, aparecen los problemas.
La disbiosis intestinal puede causar diarrea, e incluso, puede ser causante de patologías más complicadas como enfermedades cardiovasculares, aparición de tumores, enfermedades autoinmunes, respiratorias, entre otras.